Observación de rarezas

Lo lamento, pero he estado pensando, algo que suele ser bastante peligroso dado que no lo hago a menudo. ¿Y qué -preguntaraís- ha causado estos pensamientos?

Una buena pregunta que merece una buena respuesta, y esta es la reciente observación de un Alcaudón Colilargo Lanius schach en el Guadalhorce por parte de Antonio Miguel -especie rarisima en Europa y calificada como una mega por los listeros-. Desgraciadamente, sólo el la vió, no pudo tomar una foto y el ave no se quedó hasta la mañana siguiente. Mala suerte para Antonio, tres strikes en contra, como dicen en el beisbol. Sólo le queda una opción, describirlo lo mejor posible en un escrito y enviarlo al Comité de Rarezas (CR).

Antes de empezar, quiero dejar claro que estoy muy a favor de los comités de rarezas, creo que son importantes para juzgar si de verdad una persona ha visto bien y con suficiente detalle para eliminar su confusión con otra especie. De hecho, tuve el honor de ayudar con la formación del CR español (por entonces lo llamamos ibérico porque los portugueses no tuvieron uno) y servir en ello durante unos cuatro años. A la vez, quiero dejarlo claro que el CR rechazó unas citas mias, así que no hay favoritismo.

Antonio, como yo más de una vez, ha atropellado con el sindrome de sólo un observador de una rareza. El ha escrito su descripción y la ha enviado al CR, y ahora ellos tienen que decidir si es verdad o no, o existe la posibilidad de que se trataba de una especie más común. El CR tiene que decidir, en este caso sin fotos, sobre una descripción. Ignoro si Antonio tenia un librito de campo consigo (escribí sobre esta tema hace poco) o tenia que fiarese de su memoria. El CR tiene que fiarse de ntonio, que no ha miardo primero en una guía, algo que influye a nivel subconsciente, guste o no, en la descripción escrita sin la ayuda de sus notas de campo.

No pretendo ser mejor que nadie, es una practica que he hecho desde hace demasiados años, y yo no tomo fotos. Para daros una idea, recientemente en las islas Desertas, cuando vi un posible Petrel de Zino tomé casi tres páginas de notas inmediatamente después que luego me ayudaron a escribir notas ordenadas y decidir que sí, habia visto uno. Ricard me preguntó si Antonio habia tomado fotos, y la respuesta era negativa. En mi caso la respuesta es siempre negativa. No soy fotografo con una camera y lente grande y menos digiscopero. Así, hay mis notas.

Obviamente, a un CR le gusta tener unas fotos, ayudan muchisimo en la decisión. Sólo hay que ver la indudable calidad y volumen de muchas de las limicolas raras que Ricard a publicado en su página web rarebirdspain. No estamos todavía como el CR irlandés que pide gotos para agilizar sus decisiones, pero estamos en camino. ¿Y qué pasará con la gente como yo, sin cameras ni telefotos? ¿Nuestras citas no contarán para nada? Pobre Antonio, lo tiene en su contra.

¿Y sí se trataba de una persona deshonesta? Se puede escribir lo que quieras sobre una especie rara con una o dos guias a lado y un poco de investigación en el internet. Incluso el fraude está posible con la fotografía digital, gracias a Photoshop. Tengo comprendido que el primero intento de fraude tomó lugar hace años, cuando alguien envió la foto de una rareza (no me acuerdo de la especie ahora) a su CR nacional. El CR rechazó la cita porque alguien observó que la vegetación no correspondió al pais donde estaba supuestamente observada.

El CR tiene que fiar de los remitentes de citas, la suposición de inocencia, hasta se comprueba la culpabilidad. Es un precepto básico de la ley.

Hay los que cuando el CR rechaza una cita que se considera como segura,s juran nunca enviar otra. Hay los que nunca envian citas, punto. Sé que hay unos que no envian sus citas, y sé que hay por lo menos una especie (y obviamente hay más) donde la homologación de las citas cambiarán la situación conocida de la especie en España y podría ayudar en su conservación.

Y luego hay las decisiones del CR, a veces poco comprensibles. Me pregunto si algunas decisiones están influidos por conocimiento o no de los observadores. ¿Por qué un especie africana, observada por dos personas, que viene de la misma zona de otra que se cita anualmente en el sur de España, está clasificada como categoría D (origen no seguro) mientras otra de America del Sur, sin más citas en el paleártico occidental está clasificada como categoría A? No lo comprendo.

Que le queda muy claro. Si una cita está homologada por el CR nacional, esa ave se considera como una cita segura. Si no está homologada, no existe y hay dudas, pero no influye en la estádistica sobre la especie. Personalmente, como algunos de vosotros sepaís, siempre he creido que es el deber de cualquier ornitológo serio enviar las citas de las rarezas al CR. ¡Apoyad a vuestro CR!

Bueno, allí los resultados de mis pensamientos. Y sí, estoy seguro que Antonio Miguel vió el alcaudón que reclama.