
Salva García, lector incansable de anillas de plástico en gaviotas y por la misma razón uno que ve más los daños hechos a las pobres aves por los deshechos como líneas y boyas, me ha enviado esta foto desagradable.
Y si a vosotros no os gusta, imaginaos como se siente el ave. Lo siento, no es la mejor manera de empezar una semana, pero esta es la cruda realidad de otra afición.
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