He estado observando las aves durante casi 6 décadas. Aquí algo sobre aves, las personas, los lugares y aves marinas, más cualquier otro pensamiento de poco profundidad .....
miércoles, 2 de mayo de 2012
¿Surrealismo conservacionista o pura incompetencia?
Estamos todos más que conscientes de las incongruencias, estupideces, ceguera, pereza, intereses e influencias por intereses privados, y una demasiada larga et cetera
de las agencias de conservación oficial -es decir, la policia local,
Seprona, policia nacional- sea nivel de ayuntamiento, consejeria de
medio ambiente o la titulo con que se ha bautizado a nivel autonómico.
La lista es demasiado larga.
Pero aquí tenemos el caso de
la playa de Los Lances, Tarifa (Cádiz), lugar elegido por surfing en
todos sus modales, especialmente el kite-surf, y esta misma playa está
bordada por un zona de terreno arenoso con vegetación típica. Es lugar
donde recientemente se citó el Corredor Sahariano, donde yo vi tres hace
una década, zona de descanso y alimentación por aves en paso, igual
como una parte de la playa. Teoricamente, es una reserva con cierto
nivel de protección, y bien señalado.
Ayer, 1 de mayo, nuestra compañera en fororoa, Birgit Kremer, fotografa diabolicamente buena, vio lo siguiente, algo que borda la surrealista. Aquí su relato:
Hoy nos dimos una vuelta por Tarifa, Playa de Las Lances y
La Janda. Pronto subiré unas fotos de este día tan maravilloso, pero primero
esta pequeña anécdota, en el fondo triste, pero por absurda resulta casi
divertida de Los Lances donde a uno en el observatorio le recibe este letrero
bien visible:
"Zona sensible
Reproducción de avifauna amenazada"
En el mismo letrero se enumera a continuación todo lo que
está lógicamente prohibido en este enclave natural.
Bueno, la gente parece interpretar lo escrito al revés
porque hacen todo lo que está prohibido y acampen hasta debajo del mismísimo observatorio
por estar tan ricamente protegidos del viento los papas mientras que los críos se
bañan con sus perritos en la "Zona sensible" donde además se
diviertan cabellos y sus dueños. Vaya! Por supuesto no había ni una sola ave
en la tal zona protegida, pero sí que vimos a lo lejos en la playa unas cuantas
limícolas, entre ellas - un poco retirado - un zarapito trinador. Y alguien
más apareció en la arena: un todoterreno de la policía. Bueno, a lo mejor iban
a llamar un poco la atención a las personas que estaban incumpliendo
absolutamente todas las normas de este pequeño enclave natural, pensaba yo.
Pero no, uno de los agentes se bajó a todo mil del coche patrulla y corría
hacía el pobre zarapito trinador como si lo fuera a arrestar. Pero en vez de
esposas llevaba un móvil y deduje que con esta camarita quería sacar una foto
del ave. No sé qué conclusión sacó el zarapito trinador, pero mucho antes de
que llegó el agente, nuestro zarapito trinador abandonó semejante lugar tan
poco hospitalario emitiendo su bella llamada de protesta.
Y yo me batí entre la rabia y un ataque de risa ya por lo
tragicómico de la situación, pero lo que me queda es tristeza porque no llegó a
entender que no se puede respetar un pequeñísimo enclave teniendo una playa
enorme y fantástica para todas las diversiones de los humanos.
Sacad vuestras propias conclusiones, pero ¿qué esperanza hay?
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