Pero cuando Manolo me invitó tomar parte como observador, como agente libre y que se asegurará de mi seguridad, decidí acceptar, y no lamento mi decisión, aunque en este momento, a las 24 horas después, las rodillas y espalda duelen. Pero como por lo menos una señorita con una tercera parte de mi edad comentó a si mismo como se iba a encontrar hoy (domingo) me siento un poco aliviado. Ya sabeís, consuelo de tontos.
Y como siempre todo ha ido bien bajo el mando del mariscal Manolo Rendón, después de la reunión del viernes. Habia la alegría de ver compañeros que no he visto hace años, y estoy seguro que muchos de vosotros os senteís igual. Entramos en la oscuridad total pero con un cielo nocturno precioso lleno de brillantes mejor que los Swarovski con el grupito de Manolo tras un café, junto con Senci, Rubén, Gustavo, Virginia y no sé quien más, y desde allí Manolo controló todo.
Ya no voy a escribir nada más. Debajo y va a haber todas las fotos, pero me resulta imposible subir todas las fotos a este blog, así sugiero que si te una(s) en particular me escribes en andy.birds@gmail.com y te las enviaré con mucho gusto. No las he recortado ni retocado salvo en un caso. Hasta el número 50 y pico, con la salida de los juvs. no anillados, sigue más o menos el orden de la batida, trampearlas, las actividades de anillamiento, biometria, toma de muestras de sangre y el hospital, y hasta su salida indicidual y final. Y tras esas 50 y pico, luego las hay de personas muy variopintas.
Estas fotos de varios personajes, mientras otros están dentro del texto, estas enviaré personalmente si tengo una dirección, pero sí a caso que no, por ejemplo, de Virginia por quien no tengo una dirección; hay tres tomas de nosotros de SEO-Málaga y del carácter aquí a la derecha. Y sí quieres un CD con todas las fotos, ponte en contacto conmigo y hablaremos del como.
Espero que disfrutasteís como yo. Tomar parte en el anillamiento es una de las cosas más grandes que hay y engo memorias fantásticas de como lo pasamos en los años pasados, resbalando en el barro tan glutinoso y oloroso, hasta la cinta en el agua asquerosa, pero encima de todo las amistades forjadas y mantenidas por el mero hecho de haber tomado parte, aunque no ves otros durante años. Entonces, vosotros, igual como yo, puedes decir-Si, yo he tomado parte en el anillamiento de flamencos en Fuente de Piedra-.
Y en los años venideros todos los resbalones y caídas en ese barro tan maloliente en la oscuridad antes del amanecer estarán como un sueño maravilloso del pasado. Somo unos privilegiados. A tí Manolo, a Araceli, al personal de Doñana, de la R.N., y por supuesto los voluntarios que ayudaron en montar todo el tinglado, decir gracias es insuficiente.
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